Oh admirable esperanza la que diste a los que te lloraban a la hora de tu muerte, prometiéndoles que después del tránsito vendrías en ayuda de tus hermanos.
-Cumple oh padre lo que prometiste socorriéndonos con tus plegarias.
Pues fuiste tan esclarecido en milagros para enfermedades corporales, cura nuestras almas enfermas alcanzándoles la gracia de Cristo.
-Cumple oh padre lo que prometiste socorriéndonos con tus plegarias.
Ruega a Dios por nosotros Bienaventurado Padre Domingo.
-Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración:
Dios Nuestro, que en Santo Domingo de Guzmán otorgaste a tu Iglesia un Predicador insigne de tu Evangelio y del Amor a la Virgen María, concédenos una inquebrantable fidelidad a tu Hijo y una sólida devoción a su Santísima Madre.
Por Nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.